Chicago's

Fairfield (Chicago). Uno de los muchos barrios residenciales de la periferia, pero que resalta sobre los demás por la lucha interna que mantiene. Hace mucho años, nadie auguraba el futuro que le esperaba a ese pequeño barrio unido, los emigrantes latinos convivían en armonía con los residentes y Fairfield era considerado el barrio más seguro de todo Chicago. Sin embargo, cuando el día de San Valentín una estudiante latina, Vanessa Sanz, apareció muerta en las escaleras del instituto todo cambió, una oleada de resentimiento y violencia se desató. El 14 de febrero fue declarado día de luto, y desde entonces nunca se celebra la fiesta de los enamorados. Los latinos culparon de esa muerte a los demás estudiantes, y estos, como respuesta, comenzaron a considerar peligrosos a los latinos, discriminándoles. El barrio se dividió en dos zonas, la Norte, ocupada por la clase alta, los de gran poder adquisitivo, y la Sur, íntegramente ocupada por los latinos emigrantes. Nadie que viviese en una zona se aventuraba a entrar en la otra. El único punto de reunión entre los dos grupos era el instituto, dónde, aún así procuraban no mezclarse unos con otros. El odio y el desprecio quedaron muy arraigados en ambas direcciones, y los de la zona norte crearon un nombre despectivo para sus convecinos: chicanos (latinos afincados en Chicago).

Un crimen sin resolver, dos mundos que chocan entre sí, y sin esperanza de futuro para aquellos que han decidido ser fieles a sí mismos.