Sweet Pierrot Vie Mar 05, 2010 4:10 pm
Bueno, va, es un drabble pequeñito. +18 and all that jazz! Sueños húmedos de Angelface xDDDDDDDDDDD Es mi especialidad (L) Como lo de las tías en pelotas. Soy una pervertida ;_;
"No estabas muy segura de que aquello estuviera siendo una buena idea. Es decir, empotrar a Worcester contra el colchon mientras le besaba como si fueras a arrancarle la cabeza. Seguro que luego te bajaba el sueldo. Tampoco es que eso le importase ahora mismo, porque no tenía mucho sentido preocuparte por tu sueldo mientras intentabas violar a tu jefe. Tampoco es como si el no se estuviera dejando, estaba tenso pero se iba relajando. No mucho, pero era como mantequilla caliente en tus manos. Las bajaste hasta aquella estúpida camisa que se estaba resistiendo como una ladilla cojonera a que la desataras, resistencia inútil, por supuesto. No era la primera ni la última camisa de botones pequeños que desatarías en un momento de calentón. Porque, bueno, estaba claro que eso era un calentón, ¿no?
Podías verle retorcerse e intentar pegarse a tí, y sonriendo, le obligaste a estar quieto. Quietecito, quietecito. Esta era tu noche y no ibas a permitir que él te la arruinase. Tenías que reconocer que bueno, no estaba mal, tenía un polvo y un buen culo, pero tampoco tenía pinta de ser Eros en la cama. Así que mejor quietecito, y que te dejase el trabajo sucio a tí. Después de todo, ese era el trato.
Mientras le mantenías con las manos en alto, fuiste pasando la lengua desde su cuello hasta su ombligo, mientras sonreías de manera ladina y le mirabas.
-¿Sufres?- preguntaste. Estabas segura de que ni siquiera podía contestar, pero mentalmente, estaba asesinándote o algo así. Volviste a subir para susurrarle a la oreja, después de morderle el lóbulo y acariciarle la entrepierna - Dime, Mr. William, ¿sufres? Quiero oirlo. - Eres mala, eres muy mala. Casi sádica. Pero te encanta, adoras el poder, sentarte encima y ver como la gente se retuerce debajo de tus muslos. O entre ellos, por qué no. Sobre todo si esa gente es arrogante, agarrada, y tu jefe. Le oyes gemir como una puta cuando le muerdes el cuello. - ¿Qué pensarían tus clientes si te vieran ahora, Worcester? Gimes como una furcia.-
Te diviertes, terriblemente, casi tienes ganas de reir, pero es suficiente humillación para Worcester, por ahora. La expresión de su cara, entre odio furibundo y placer metafísico, no tiene precio. Le desabrochas los pantalones, y metes la mano dentro, apretando, lo justo como para que moleste pero no como para que duela. No en su estado. Oh si, adoras esa cara de perrito degollado, indefenso, y totalmente a tu merced. Es lo que más te pone en todo el continente. Le muerdes el labio inferior, ruda y dura, nada de lametones para curar la herida, nada de besitos para compensar. Que aprenda cómo juegas a este juego.
-Angelface- voz delirante, casi susurrada, pidiendo clemencia, rogando que le liberes. Joder si te pone cachonda. Lo repite, cada vez más in crescendo, mas alto, hasta que te sacude.
Y de repente, no estás encima de Worcester, si no que Worcester te está sacudiendo, te has quedado dormida en el despacho. Mierda. Como jode que te despierten antes de tiempo. "