Índice
Andrew Miller
Edad: 35
Ocupación: policía en el departamento de homicidios de la Scotland Yard.
Biografía: Andrew siempre ha hecho lo que era correcto. Toda su vida. De hecho, cuando su padre le dijo que tenía que ser policía, porque él lo era, a Andrew no se le ocurrió que las cosas pudieran ser de otra manera. De todos modos, sería injusto afirmar que su padre le obligó a entrar en la academia: él estaba encantado con ser el centro de atención y quien se llevaba todos los halagos.
Porque era así: destacaba entre sus compañeros y por suerte para bien. Su padre tenía razones para sentirse orgulloso, lo mismo que el resto del cuerpo de policía. Con una carrera así, entró joven en la Scotland Yard y no le hizo falta dar muchos codazos para asegurarse un puesto más que bueno en el departamento de homicidios.
El problema es que siendo el preferido de los jefes, hijo de uno de los policías con más méritos del cuerpo y habiendo saltado por encima de un puñado de agentes con más experiencia que él, "quitándoles" el puesto no te crea muchos amigos. Andrew es bien consciente de que tiene más de un enemigo dentro de la policía, pero por suerte, despierta más admiración que odio.
De todos modos, poco importan esas cosas cuando, además de ser el agente más joven de su sección, Andrew tenía una bonita vida de recién casado en una de las zonas más "decentes" de Whitechapel. Como era de esperar, pronto su mujer Rose estuvo embarazada y tuvieron un niño al que pusieron de nombre Thomas y que tenía exactamente los mismos ojos que su madre.
Pero no es oro todo lo que reluce, y la vida del agente Andrew Miller no era tan perfecta como parecía. Su trabajo era estresante, constantemente tenía que pasearse de un lado a otro de Whitechapel tratando de encontrarle sentido a un montón de putas y chulos muertos, pasaba poco tiempo en casa, volvía cansado, Rose no entendía, discutían. Y así una y otra vez sin parar, hasta que ya todo estaba demasiado desgastado como para que Andrew no terminara cayendo en los brazos de otra mujer que no le pusiera mala cara al llegar a casa.
Y así el tiempo fue pasando, al fin y al cabo, eran un matrimonio corriente: perfecto por fuera y podrido por dentro. Aun así, ambos se acostumbraron a aquel modo de vida, y no estaba tan mal, hasta que ocurrió la tragedia. Una noche, mientras Andrew estaba en una de sus "cenas de trabajo", una estufa mal apagada prendió en una de las casas vecinas a la suya. El fuego no tardó mucho en propagarse por lo que parecían preciosas casas de nueva construcción pero no eran más que un montón de madera inflamable. Rose no pudo contarlo, pero por suerte Thomas salió ileso.
Aquello supuso un cambio radical en la vida de Andrew. Ahora tenía que ocuparse de un crío al que, siendo sinceros, hasta ahora no había prestado mucha atención, mudarse a una casa bastante más humilde y hacer frente a un montón de nuevos problemas que no sabía como solucionar. No tardó más de dos meses en darse cuenta de qeu no podía seguir tirando de la generosidad de su madre y de que aquello estaba empezando a interferir en su vida profesional: necesitaba ayuda, y cuanto antes, mejor.
Personalidad: aunque no quiera admitirlo, Andrew peca más de una vez y más de dos de ser un listillo. No le gusta que nadie le de órdenes ni que alguien le saque ventaja en algo, lo que le trae más problemas que otra cosa. Es perfeccionista hasta el extremo, tiene que conservar su fachada de hombre perfecto, lo cual termina siendo agotador. En realidad, Andrew sabe que no tiene tanto de lo que presumir, pero prefiere callárselo y no dejar a los demás ver sus debilidades.
Relación con otros personajes: "jefe" de Kate Walsh
Imagen: Matthew Fox
Llevado por: Edelstein
Edad: 35
Ocupación: policía en el departamento de homicidios de la Scotland Yard.
Biografía: Andrew siempre ha hecho lo que era correcto. Toda su vida. De hecho, cuando su padre le dijo que tenía que ser policía, porque él lo era, a Andrew no se le ocurrió que las cosas pudieran ser de otra manera. De todos modos, sería injusto afirmar que su padre le obligó a entrar en la academia: él estaba encantado con ser el centro de atención y quien se llevaba todos los halagos.
Porque era así: destacaba entre sus compañeros y por suerte para bien. Su padre tenía razones para sentirse orgulloso, lo mismo que el resto del cuerpo de policía. Con una carrera así, entró joven en la Scotland Yard y no le hizo falta dar muchos codazos para asegurarse un puesto más que bueno en el departamento de homicidios.
El problema es que siendo el preferido de los jefes, hijo de uno de los policías con más méritos del cuerpo y habiendo saltado por encima de un puñado de agentes con más experiencia que él, "quitándoles" el puesto no te crea muchos amigos. Andrew es bien consciente de que tiene más de un enemigo dentro de la policía, pero por suerte, despierta más admiración que odio.
De todos modos, poco importan esas cosas cuando, además de ser el agente más joven de su sección, Andrew tenía una bonita vida de recién casado en una de las zonas más "decentes" de Whitechapel. Como era de esperar, pronto su mujer Rose estuvo embarazada y tuvieron un niño al que pusieron de nombre Thomas y que tenía exactamente los mismos ojos que su madre.
Pero no es oro todo lo que reluce, y la vida del agente Andrew Miller no era tan perfecta como parecía. Su trabajo era estresante, constantemente tenía que pasearse de un lado a otro de Whitechapel tratando de encontrarle sentido a un montón de putas y chulos muertos, pasaba poco tiempo en casa, volvía cansado, Rose no entendía, discutían. Y así una y otra vez sin parar, hasta que ya todo estaba demasiado desgastado como para que Andrew no terminara cayendo en los brazos de otra mujer que no le pusiera mala cara al llegar a casa.
Y así el tiempo fue pasando, al fin y al cabo, eran un matrimonio corriente: perfecto por fuera y podrido por dentro. Aun así, ambos se acostumbraron a aquel modo de vida, y no estaba tan mal, hasta que ocurrió la tragedia. Una noche, mientras Andrew estaba en una de sus "cenas de trabajo", una estufa mal apagada prendió en una de las casas vecinas a la suya. El fuego no tardó mucho en propagarse por lo que parecían preciosas casas de nueva construcción pero no eran más que un montón de madera inflamable. Rose no pudo contarlo, pero por suerte Thomas salió ileso.
Aquello supuso un cambio radical en la vida de Andrew. Ahora tenía que ocuparse de un crío al que, siendo sinceros, hasta ahora no había prestado mucha atención, mudarse a una casa bastante más humilde y hacer frente a un montón de nuevos problemas que no sabía como solucionar. No tardó más de dos meses en darse cuenta de qeu no podía seguir tirando de la generosidad de su madre y de que aquello estaba empezando a interferir en su vida profesional: necesitaba ayuda, y cuanto antes, mejor.
Personalidad: aunque no quiera admitirlo, Andrew peca más de una vez y más de dos de ser un listillo. No le gusta que nadie le de órdenes ni que alguien le saque ventaja en algo, lo que le trae más problemas que otra cosa. Es perfeccionista hasta el extremo, tiene que conservar su fachada de hombre perfecto, lo cual termina siendo agotador. En realidad, Andrew sabe que no tiene tanto de lo que presumir, pero prefiere callárselo y no dejar a los demás ver sus debilidades.
Relación con otros personajes: "jefe" de Kate Walsh
Imagen: Matthew Fox
Llevado por: Edelstein