Índice
Natalie Cunningham
Edad: 20
Ocupación: Profesora de piano de señoritas
Biografía: Natalie fue la primera hija del matrimonio entre el pianista y compositor John Edward Cunningham, y su esposa, Marcia. Nunca hubieron esperado que naciera. Su madre padecía una enfermedad cardíaca que desaconsejaba cualquier sobreesfuerzo, y mucho menos un parto. Pero la voluntad de Marcia y John de sacar adelante a su pequeña familia fue tan fuerte que Natalie nació sin complicaciones para ella o para su madre. Una niña pequeña, sana, fuerte, y que pronto empezó a desvelar el mismo talento musical de su padre.
Porque sí, John Cunningham tenía talento. Lo que no tuvo en la vida fue suerte. A menudo se tachaban sus composiciones de demasiado modernas, y nunca llegaron a tener éxito. La mayor parte del dinero familiar provenía de clases particulares de música que John daba a los hijos de las buenas familias, que a menudo le despreciaban, le ignoraban o simplemente se burlaban de él por algo tan sencillo como ser pobre. John siempre arrastró ese deseo de triunfar, y nunca lo tuvo. Eso agriaba su carácter en ocasiones, pero nunca llegó a ser violento con su esposa ni con su hija.
Cuando Natalie tenía cinco años, sus padres le comunicaron una noticia. Iba a tener un hermanito pequeño. Su madre se pasó todo el embarazo en cama. Su corazón se había debilitado en los últimos años y los médicos llegaron a aconsejar que abortase. Marcia se negó. Si tenía que morir alguien, que fuera ella. No el bebé que Dios le había dado.
A los nueve meses, nació una pequeña rubia y preciosa a la que llamaron Lucy. Marcia no sobrevivió al parto esta vez. Su último aliento coincidió con el primero de la pequeña. Y desde entonces, aunque John siguió volcado en sus hijas, dándoles todo su amor, y en su música, que era lo único que le proporcionaba alivio, nunca volvió a ser el mismo. Siguió siendo cariñoso, pero cada día se volvía más silencioso y taciturno. Cuando se descubrió que Lucy había heredado el problema de corazón de su madre, no hizo más que empeorar las cosas. Agobiado, además, por las deudas, y por la falta de reconocimiento de su trabajo, que le destrozaba por dentro, John comenzó a meterse en sí mismo cada día más, hasta que apenas salía de su habitación cuando Natalie le obligaba a comer o a salir a la calle, a tomar al aire.
Un buen día, Natalie se levantó de la cama y cuando fue a llamar a su padre, vio que no se despertaba. Al principio pensó que dormía profundamente. Había estado toda la noche trabajando en una nueva sinfonía. Cuando se acercó más, descubrió la botella de láudano abierta, vacía. John Cunningham había acabado con su vida. Pero por supuesto Natalie no se lo dijo a nadie. Pagó al médico lo que pudo para que dijera que había muerto por insuficiencia respiratoria. Primero, para que pudieran enterrarle en suelo sagrado. Segundo, para que la pequeña e impresionable Lucy nunca se enterase de que su padre había sido tan infeliz, o tan cobarde, como para quitarse la vida.
Desde entonces es Natalie quien ha retomado a los alumnos de su padre. Él le enseñó todo lo que sabía, y gracias a ello, puede pagar la comida y el alquiler de la casa en Whitechapel en donde viven. Y con suerte, las caras facturas del médico para Lucy. Es capaz de no comer para pagarle las medicinas a su hermana. Es lo único que le queda y piensa sacrificarlo todo por ella.
Personalidad: Natalie es una chica recta y responsable. Su prioridad es sacar a su hermana pequeña adelante. Se ha hecho mayor de golpe, ya no hay tiempo para soñar, o para hacer lo que otras chicas de su edad hacen, como divertirse o buscar marido. Es muy realista, calmada y en apariencia, hasta sosita. La única pasión que se permite es la música, y obviamente, el amor a su hermana.
Relación con otros personajes: Hermana de Lucy Cunningham, abierta a más (as always!)
Imagen: Anna Kendrick
Llevado por: _Sara
Edad: 20
Ocupación: Profesora de piano de señoritas
Biografía: Natalie fue la primera hija del matrimonio entre el pianista y compositor John Edward Cunningham, y su esposa, Marcia. Nunca hubieron esperado que naciera. Su madre padecía una enfermedad cardíaca que desaconsejaba cualquier sobreesfuerzo, y mucho menos un parto. Pero la voluntad de Marcia y John de sacar adelante a su pequeña familia fue tan fuerte que Natalie nació sin complicaciones para ella o para su madre. Una niña pequeña, sana, fuerte, y que pronto empezó a desvelar el mismo talento musical de su padre.
Porque sí, John Cunningham tenía talento. Lo que no tuvo en la vida fue suerte. A menudo se tachaban sus composiciones de demasiado modernas, y nunca llegaron a tener éxito. La mayor parte del dinero familiar provenía de clases particulares de música que John daba a los hijos de las buenas familias, que a menudo le despreciaban, le ignoraban o simplemente se burlaban de él por algo tan sencillo como ser pobre. John siempre arrastró ese deseo de triunfar, y nunca lo tuvo. Eso agriaba su carácter en ocasiones, pero nunca llegó a ser violento con su esposa ni con su hija.
Cuando Natalie tenía cinco años, sus padres le comunicaron una noticia. Iba a tener un hermanito pequeño. Su madre se pasó todo el embarazo en cama. Su corazón se había debilitado en los últimos años y los médicos llegaron a aconsejar que abortase. Marcia se negó. Si tenía que morir alguien, que fuera ella. No el bebé que Dios le había dado.
A los nueve meses, nació una pequeña rubia y preciosa a la que llamaron Lucy. Marcia no sobrevivió al parto esta vez. Su último aliento coincidió con el primero de la pequeña. Y desde entonces, aunque John siguió volcado en sus hijas, dándoles todo su amor, y en su música, que era lo único que le proporcionaba alivio, nunca volvió a ser el mismo. Siguió siendo cariñoso, pero cada día se volvía más silencioso y taciturno. Cuando se descubrió que Lucy había heredado el problema de corazón de su madre, no hizo más que empeorar las cosas. Agobiado, además, por las deudas, y por la falta de reconocimiento de su trabajo, que le destrozaba por dentro, John comenzó a meterse en sí mismo cada día más, hasta que apenas salía de su habitación cuando Natalie le obligaba a comer o a salir a la calle, a tomar al aire.
Un buen día, Natalie se levantó de la cama y cuando fue a llamar a su padre, vio que no se despertaba. Al principio pensó que dormía profundamente. Había estado toda la noche trabajando en una nueva sinfonía. Cuando se acercó más, descubrió la botella de láudano abierta, vacía. John Cunningham había acabado con su vida. Pero por supuesto Natalie no se lo dijo a nadie. Pagó al médico lo que pudo para que dijera que había muerto por insuficiencia respiratoria. Primero, para que pudieran enterrarle en suelo sagrado. Segundo, para que la pequeña e impresionable Lucy nunca se enterase de que su padre había sido tan infeliz, o tan cobarde, como para quitarse la vida.
Desde entonces es Natalie quien ha retomado a los alumnos de su padre. Él le enseñó todo lo que sabía, y gracias a ello, puede pagar la comida y el alquiler de la casa en Whitechapel en donde viven. Y con suerte, las caras facturas del médico para Lucy. Es capaz de no comer para pagarle las medicinas a su hermana. Es lo único que le queda y piensa sacrificarlo todo por ella.
Personalidad: Natalie es una chica recta y responsable. Su prioridad es sacar a su hermana pequeña adelante. Se ha hecho mayor de golpe, ya no hay tiempo para soñar, o para hacer lo que otras chicas de su edad hacen, como divertirse o buscar marido. Es muy realista, calmada y en apariencia, hasta sosita. La única pasión que se permite es la música, y obviamente, el amor a su hermana.
Relación con otros personajes: Hermana de Lucy Cunningham, abierta a más (as always!)
Imagen: Anna Kendrick
Llevado por: _Sara