1x01 - All Hallow's Eve

Guido Contini (con Claudia)

Me lo esperaba. Tan pronto como di un paso alejándome oí su voz diciéndome que esperase. Una pequeña parte de mí se sintió bien, significaba que no me despreciaba tanto... eso o que había recogido el cuello roto de la botella y venía a rematar la faena. Me mantuve un segundo de espaldas a ella, pensando que lo correcto con alguien que había destrozado mi vida y mi carrera era seguir adelante y no responder a sus absurdas súplicas, pero de una manera u otra acabé dándome media vuelta al tiempo justo para verla darme la espalda (¿lo hacíamos a propósito? Parecía una coreografía mala) y diciéndoe que me fuera. Chasqueé la lengua, que se aclare. Pero esa manera de volverse... ¿significaba algo? ¿O sól oestaba utilizando sus, por otra parte, excelentes dotes de actriz para quedarse conmigo?

Sin reflexionar, llevado por el alcohol y por alguna especie de estúpida nostalgia, di un paso hacia ella, dispuesto a alargar la mano, tocarle el hombro y bueno, hacer lo que fuera, cuando ella se volvió a girar, mirándome con los ojos brillantes. Ni siquiera pude reaccionar. Un segundo más tarde, estaba diciéndome que la hiciera mía, y su labios rozando mi boca... di un paso hacia atrás y sonreí, más bien para mí que para ella.

-Claudia, hay miles de hombres que podrían darte lo que quieres ahora mismo... un polvo y algo de dinero, ¿o quizá un papel?- la miré a los ojos. Aquella maniobra había sido demasiado precipitada. Un poco más despacio y no habría cantado tanto.- Nos conocemos demasiado, cara mia.- no iba a caer, aunque estuviese deseando de arrancarle el corsé a mordiscos.- Y te lo dejaré claro, no voy a contar contigo en el Golden Theatre, ahora quiero gente en la que pueda confiar, que sepa que no se van a volver contra mí por un pequeño desaire.

Acababa de dejarla por los suelos, concluí, y me dio pena. Típica pena de borracho, imagino, pero era demasiado tarde, uno no puede elegir lo que siente.

-Anda, ven. Te reservaré una habitación en el hotel Royal, es donde yo me hospedo. Puedes quedarte esta noche, cenar algo y darte un baño caliente. Mañana intentaré hablar con alguien y ayudarte a conseguir algún trabajo.

**Me falta Rory que luego doy!

Gerry fan!!!! jajajaj I love him

Eva Irinova
21// cantante y prostituta
En: The Ten Bells Con: Mijail Kolvenik

Hacía demasiado frio afuera del ten bells como para estar con esta ropa totalmente reveladora, mi capa demasiado no cubria (aunque esto, por supuesto, lo había hecho a propósito) y además por el momento no tenía donde quedarme, me habían desalojado puesto que los fondos que tenía se me acabaron y no tenía trabajo a un por lo queblo único q tenía a cuestas era mi ropa y mi magnífica voz.
Volví a entrar al Ten Bells, buscando de nuevo al dueño y si no... bueno me las arreglaría para tener una cama y comida por esta noche, los hombres, despues de todo era criaturas enfermas de lujuria a las que era facil engatusar.
Me acerqué a un hombre con cara de tener algunos tragos encima aunque no tantos como para no responder con un monosílabo y le pregunté si conocía al jefe del lugar asintío y una sonrisa triunfante se dibujó en mi rostro. Le pregunté si estaba y me señaló a un hombre sobre la barra y le agradecí la ayuda con un beso en la mejilla. El tonto se quizo aprovechar pero lo aparté con un leve empujoncito y un risa inocente y cayó sobre unos hombres con cara de pocos amigos, ellos se encargarían del pobre infeliz.
Contoneandome, y con la mirada fija en el objetivo, me acerqué al hombre que me había indicado el tipo y me senté a su lado- Disculpa primor- dije acomodándome un poco, sabiendo que con cada movimiento calculado resaltaba mis atributos- me han dicho que eres el jefe de aquí- mi voz era suave pero segura, no iba a aceptar un no por respuesta- y estoy buscando trabajo. ¿crees que podría...- apoyé mis manos sobre la barra, sacando a relucir mis pechos- conseguir algo?- terminé mi frase con una sonrisa encantadora, de esas que sabes que deslumbran a los hombres y esparcen envidia entre las mujeres

Debía admitir que era guapo y tenia un je ne sais quoi que podía ser bastante magnetico, pese a estar sentado allí, indiferente pero observandome, me recorria con la mirada, pero no me intimidaba ni nada, estaba para eso -Lo siento, se equivoca de persona, no soy el jefe, ni siquiera vengo aquí muy a menudo, así que si es eso lo que quiere, no podré ayudarla.- hice una mueca de desepción, maldito borracho pensé me ha dicho cualquir cosa, volví la vista hacia donde lo había dejado y se encontraba en un buen aprieto, no pude evitar soltar una risita cínica.- Tiene aspecto de tener mucho frío. No debería aventurarse así por la calle con este tiempo.- me dijo quitándome de mis pensamientos y al volverme vi que tenía los ojos clavados en mi, enarqué una ceja, no era mi padre ni mucho menos, aunque parecía educado, un cambio ante los patanes que me encontraba amenudo - La invitaré a algo para que se caliente, ¿qué quiere, señorita...?- me preguntó y llamó a la camarera. SOnreí, ahora si que estabamos hablando mi idioma- Irinova- le respondí y luego me dirigí a la camarera- vodka, y del bueno- tras eso volví mi vista hacia el hombre- ¿y con quien he confundido al dueño de esta respetable taberna?- le pregunté divertida, sisis, respetable...

Ta loca en serio eh...

Angelique Dubois
22//loca de turno
En: Calles Con: Thomas Kilmartin

Hacía frio, sentía las tenues gotas de lluvia caer sobre la piel desnuda de mis brazos, no me importaba, me encontraba en mi mundo, en mi paraje de fantasia. Una lluvia tropical erreciaba sobre los jardines reales, la reina de corazones no había vuelto de su viaje a tierras lejanas y me había adueñado de su magnífico castillo.
Los peones tenían la noche libre y podía estar a mi antojo por todo el reino, me había escabullido de las garras de los guardias para pasar desapercibida por los portones reales ( la dueña del chiquero en el que estaba ) y salí a la libertad del país de nunca jamas.
Vi al conejo blanco y lo iba a saludar cando, como siempe observó su reloj y comenzó a correr apresurado quien sabe a donde En cuanto vuelva ordenaré sacárselo pensé y me puse a perseguirlo, se metió entre la maleza y lo perdí de vista. Seguí buscándolo pero no lo encontraba hasta que visualice a lo lejos al conocido sombrerero(thomas XD)-Hey sombrerero- le grité al chico y me acerqué corriendo hacia él, con una sonrisa en los labios- ¿ha visto al conejo blanco pasar por aquí?

Roderich Weillschdmit
ft. Sabine
Ten Bells



El problema, Sabine, no es llegar al corazón de Brooke, es llegar a su cartera, bueno, más bien, que ella llegue a la tuya, o algo así. Creo que es demasiado complicado como para explicárselo, y además, se supone que Brooke es solo bailarina (aunque bailar en bragas en el Ten Bells no te hace precisamente una santa) y tampoco quiero decirle nada porque le estaría llamando puta indirectamente a ella (como si no se lo hubiera llamado alguna vez directamente)y no creo que le gustase.

- Te aseguro que importa, pero bueno, se supone que los franceses sabéis de estas cosas, así que te creo - le digo, más que nada por seguirle la corriente, aunque no es que esté muy convencido, y es que creo que Sabine y yo no estamos muy de acuerdo en cuanto a teorías amorosas.

Creo que hay muchas palabras que me definen, pero "dulce" no es una de ellas. Creo que pensaré que es porque esta chica todavía se lía con el idioma y no da una, porque otra cosa no se me ocurre - Eso de "en el fondo" me ha ofendido, ¿es que no soy un encanto en la superficie? - sé que no, y en el fondo tampoco, pero bueno - Ya sé que a tí te viene de serie, eso de ser encantadora. Y empalagosa - pero qué empeño en frotarse con todo lo que se mueve tiene esta chica, es increíble.

¿Un nuevo cuadro? Mucho cuento es lo que tiene esta chica, y mucho morro, que aún no he visto a nadie que viva de cuadros ni de tonterías de eso, y luego está ahí, poniéndoles coloretes a los muertos y cosas de ésas - Pues no deberías haberle pedido noche libre hoy, seguro que hubieras ganado un montón - comento mientras termino lo que estaba bebiendo - Y qué, ¿has encontrado inspiración para algún cuadro? Yo creo que en realidad te lo inventas para hacerte la bohemia, pero que no sabes pintar - le digo, tomándole el pelo, aunque sé que se lo tomará muy a pecho la chica.

Sabine Roux
Ten Bells
ft. Roderich



Me alegro de que me crea, tengo razón, si conquistas a una mujer deja de importarle el dinero, l'amour est trés jolie!

- Aww, no te ofendas, es que cuesta un poco que saques tu lado conquistador, Roderich. - ¿Empalagosa? Ces't mignonne? Supongo que si, pero no estoy muy segura. - Eh, ¿merci? - No estoy muy convencida, y supongo que sueno algo rara, pero espero que no se lo tome mal.

- Ah, pero el dinero no lo es todo, mon petit avare, ¡l'art et l'amour son más importantes! - le digo mientras le señalo la nariz, sonriendo. Y dejo de sonreir cuando me dice que no sé pintar.

-Comment osez-vous! Je suis unne vrai artiste, je peins des images vraies, Je suis unne bohème! Viens, viens avec moi et je vais vous montrer!- Le agarro del brazo y lo arrastro entre la gente, decidida a llevarle a mi buhardilla para que vea mis cuadros. Y vaya si los va a ver, ¡se los va a aprender de memoria! Y me da igual que proteste, ¡viene conmigo!

-Je suis unne artiste, unne vrai artiste!- ¡Cómo se atreve! Se va a enterar, ya lo creo que sí.

Spoiler:

Roderich Weillschdmit
ft. Sabine
Ten Bells



Creo que esto no ha sido una buena idea. Tal y como imaginaba se lo ha tomado a pecho, pero muchísimo. Se ha puesto una furia a decir incoherencias (bueno, no sé si son incoherencias, no entiendo nada) en francés, cosas de vrai artiste y la boheme y nosequé.

- Eh, tranquila pelirroja, que era una broma...- pero creo que ahora pocas explicaciones podrán calmarla. Por suerte, no le queda nada en la copa, porque si no sospecho que me la hubiera tirado por encima. Por mucho que trate de calmarle, a la tía le da igual y me arrastra fuera del Ten Bells sin dejarme protestar. Ni siquiera he pagado la cuenta, bueno, volveré en otro momento.

En la calle no hay apenas gente, pero los que hay nos miran como si fueramos un par de chalados, y sé lo que parecemos: el tipo calzonazos con su novia bajita que le grita porque no se ha acordado de su aniversario, o algo así. Si supieran la verdad...

Seguimos caminando por la calle mientras Sabine me arrastra, farfullando cosas en francés hasta que llegamos a un edificio ruinoso que seguramente esté lleno de ratas, y me sorprendo pensando que mi casa no es mucho mejor. No es nada mejor de hecho - Oye, oye, Sabine, que era broma, yo te creo...que pintas y todo eso, en serio, no te enfades - temo que me quiera llevar a su casa para cortarme la cabeza con la guillotina que sé que tienen todos los franceses.

Sabine Roux
Ten Bells
ft. Roderich



¿Pelirroja? ¿Pelirroja? Se va a enterar de lo que somos capaces las pelirrojas. Lo llevo hasta mi casa, y le meto dentro, arrastrandole por los tres pisos hasta llegar a mi buhardilla. Le empujo dentro despues de abrir la puerta, la cierro tras de mí, y enciendo las lámparas. ¡Ahora vera! Me acerco al cuadro en el que estoy trabajando, es realmente grande y está cubierto por una sábana, así que la retiro y se lo enseño. Es la imagen de una ninfa pelirroja llevando al agua a un chico rubio.

- JE SUIS UNNE VRAI BOHEME!- Creo que me estoy pasando un poco, el pobre parece algo asustado.- Ahm... Je... Yo... excusez-moi! No era mi intención asustarte, pero ¡Me has insultado!- Sigo estando muy enfadada, así que le pongo en las manos mis últimos poemas y mi última partitura, señalandolas con las manos- ¿Ves? ¡Soy una artista! ¡No solo toco el violín en pololos en el Ten Bells! ¡Deberías saberlo!-

Me cruzo de brazos y le doy la espalda, esperando a que reaccion. Igual me he pasado un poco... ¡Que se aguante! ¡Soy una artista!

Roderich Weillschdmit
ft. Sabine
Ático (?)




Dios mío. Está loca. Está completamente loca. Es Juana de Arco pero en bohemia y sin todo el rollo de Dios. Encima creo que ella también era pelirroja. Me arrastra dentro de su casa y por una vez en mi vida, no me gusta nada que una mujer muestre tanta determinación por llevarme con ella.

Y cuando encima veo ALGO gigante tapado con una sábana, joder, lo de la guillotina lo decía en broma, pero ya veo que es verdad. Seguro que ella es la que anda troceando gente por ahí, o putas, no sé como era aquello. Me da mucho miedo, en serio, y cuando descubre el cuadro (uf) no siento mucho más alivio, porque parece empeñada en seguir gritando y estamparme un montón de papeles con a saber qué.

- Eh, eh, a ver, tranquilízate - al menos se excusa por haberse enfadado y todo eso, pero eso no hace que tenga menos ganas de salir corriendo, aunque bueno, al menos ahora ya no parece querer matarme - No quería insultarte, solo bromeaba, si sé que todos los franceses pintáis cuadros y soys bohemios - vale, no sé si esto arregla nada pero es así...

Se gira, ofendida, y me siento hasta culpable por haber herido así su orgullo de artista, pero no era mi intención. Suspiro, joder qué paciencia, le pongo una mano en el hombro para que se gire - A ver, Sabine, que lo siento, no quería ofenderte, era broma, ya sé que solo trabajas en el Ten Bells porque necesitas dinero y todo eso hasta que te hagas famosa, o algo - le hago un poco la pelota, a ver si se calma.

- Ya que me has traído aquí, al menos convénceme de que eres una gran artista, ¿no? Enséñame tus grandes obras y todo eso - tiene un montón de cuadros por ahí, y seguro que no le viene mal a su ego lucirse un poco, sé que si le doy cuerda se pondrá a hablarme del arte y de tonterías y se le pasará el cabreo. Aún no me fío de que no tenga una guillotina por ahí escondida.

Sabine Roux
Ático de Sabine
ft. Roderich



-¡¡¡No todos los franceses pintan, Roderich!!!- Está bien, Sabine, tranquilízate, está intentando arreglarlo, calmate, calmate. Me pone la mano en el hombro, e instintivamente, la tomo entre mis manos, y le miro, con una sonrisa culpable.

-Excusez-moi, pero ser una artist ha sido el sueño de mi vida siempre, y me enfada que se rían de mí así. Pero no es culpa tuya, solo bromeabas - Me encojo de hombros, restándole importancia, y le doy un beso en la palma de la mano, liberándosela.

Me emociono cuando quiere ver más de mi arte, ¡tres bien! - ¡Por supuesto! - Me lanzo rauda como el viento a quitar el primer cuadro, para dejar a la vista tres o cuatro más, que voy moviendo a los lados hasta dejar visibles los diez o doce pequeños cuadros que hay. Son retratos de mujeres, hombres, niños, con un estilo impresionista.

-¿Te... te gustan, Roderich? - casi espero que me diga que sí, ¡es tres importante per moi que valoren mi arte! - Bueno, sé que son un poco especiales, pero... - Me llevo la mano al pelo, revolviéndomelo. - No hace falta que mientas, sé que... no le gustan a todo el mundo.- Me vuelvo a mirar los cuadros, casi prefiero no ver su reaccion.

Lista de deudas:

-Rory Jones(con Victor y Alice) 19&22
-Mijail Kolvenik (con Eva) 22
-Charles Linton (con Daphne) 23

Y ahora muevo un poco ficha.

Más trabajo, Carrie, lo siento... xD

Daniel Heyworth (con Kaitlin Thomas y dos personajes random)

La amiga de Mary Jane finalmente no apareció, así que acabamos la noche acompañando a Mary Jane a su casa y a continuación, disponiéndome a volver a la mía. No era demasiado tarde aún y por ser la noche que era, las calles estaban especialmente animadas cuando pasé junto a la puerta de mi casa de juego habitual. Me mordí los labios al tiempo que pensaba que una partida no me haría mal y negué con la cabeza para mí mismo al darme cuenta de que era la enésima vez que me decía lo mismo, y seguramente sería también la enésima que tuviera que regresar a casa andando porque no me quedase ni lo suficiente para tomar el tren subterráneo.[*]

Pero, también por enésima vez, acabé mirándome la puerta y diciéndome qué demonios, el tren subterráneo tampoco era un buen lugar para frecuentar pasadas ciertas horas.

El portero me saludó amigablemente, aunque con una cierta distancia, hacía tiempo que no nos veíamos por allí y seguramente se preguntaba por mi ausencia, pero no le di tiempo a que lo hiciera en voz alta, le dirigí una sonrisa cortés y entré, dejando mi abrigo y mi sombrero en el vestidor antes de entrar, respirar hondo y llenarme del olor familiar del tabaco, el licor, la victoria y la derrota. Y el dinero. El dinero que siempre tiene un olor metálico, aunque sean billetes.

Estaban jugando al póker en la mesa del fondo y de repente alguien se levantó, dejando un sitio libre, y pasó por mi lado murmurando para sí mismo, resignado. Conocía esa expresión, alguien había tenido una mala noche. Sus compañeros de juego se reían entre ellos, eran Hodgins y Burke, un picapleitos y un periodista sensacionalista que ganaban mucho más dinero en el casino que en sus respectivos trabajos. Cuando me vieron, no tardaron en invitarme. Seguro que se alegraban de verme, yo debía ser la presa fácil que les redondease la noche.

-Doctor Heyworth, qué alegría verle, le echábamos de menos.- dijo Hodgins, me acerqué a estrecharle la mano a él y a su compañero.- Justamente estábamos en medio de una partida y ahora nos falta uno, y no querríamos tener que interrumpir el juego y decepcionar a una dama...

¿Una dama? Alcé la vista y entonces la vi a ella. Oh, la conocía. Más o menos. La había visto por aquí un par de veces, había oído que era buena y desde luego, que era inusual. Tenerla en cualquier partida era un motivo de celebración. No jugábamos con mujeres muy a menudo, por no decir casi nunca.

-Doctor, le presento a la señora Thomas, quizá conozca a su marido, es casi colega suyo. Farmacéutico, creo.

-No, no creo que tenga el gusto de conocerle, pero ahora la conozco a usted.- tomé la mano de la señora Thomas y besé suavemente el dorso a modo de saludo, para gran regocijo de nuestros compañeros de mesa.- Daniel Heyworth, encantado.

De perdidos al río, me dije. El destino había querido traerme aquí y ahora la presencia de esta hermosa mujer me obligaba a quedarme. Aparté la silla y me senté.

-En fin, no se ofenda, señora Thomas, pero nunca había jugado con una mujer, ¿existe alguna... regla especial que debamos respetar?- bromeé.

Spoiler:

[*]Oséase el metro. En esa época ya había, sale en los libros de Sherlock Holmes.

Vale, empiezo a rodar. Los dejo ENCONTRABLES porque ahora no me da tiempo a dar, mañana posteo.



Allan Lloyd. ENCONTRABLE, por The Ten Bells.



Alexia Lloyd. ENCONTRABLE, por lugares decentes.



Caden Knight, ENCONTRABLE, por ahí. Un poco borracho.



Sunny Catt, con Damien. Perdida por las callejuelas.

Roderich Weillschdmit
ft. Sabine
Ático



No si ya he visto lo mucho que le enfada, por un momento he creído que una chica que mide poco más de un metro y medio iba a matarme con sus propias manos. Nota mental para el futuro: NUNCA cuestionar el arte de Sabine. Nunca nunca. Ni aunque su arte consista en cosas horribles (aunque por otro lado, yo no sé mucho de arte y la mayoría me parecen cosas poco destacables)

- Lo sé, lo sé, vale, te prometo que no bromearé más con eso, te lo juro - no sé si es para pedirle disculpas o qué, pero me besa la mano y es un gesto un poco raro y que estoy a punto de comentar diciendole algo de que los franceses aprovechan cualquier cosa para babosearse pero no voy a hacerlo. Primero, porque no quiero volver a enfadarla, y segundo, porque tampoco me ha molestado tanto.

Corre a enseñarme sus cuadros, que básicamente son gente pintada de manera rara, a la francesa supongo, de esa manera de "estoy pintando, pero no". No sé, no entiendo de arte, la verdad, y tampoco sé que decirle porqeu si finjo y digo que me encantan, se ofenderá,y con razón, a mí tampoco me gusta que me doren la píldora porque sí - No sé, Sabine, me gustan, pero es que yo no tengo ni idea de arte, no es lo mio. Supongo que están bien - me encojo de hombros, no sé muy bien que decirle - No voy a mentirte y decirte que me parecen buenísimos para animarte, deberías preguntarle a alguien que supiera más, mi opinión no vale mucho supongo.

En fin, ya que em ha traído hasta allí, al menos que me invite a algo - Eh, pelirroja, ¿qué clase de francesa eres que no tienes absenta en casa? O si la tienes, no me la ofreces... - espero que no se lo tome a mal, porque no quiero liarla otra vez, pero tampoco quiero tomarme todo esto muy en serio, es raro. Bah, supongo que en el fondo estoy a gusto y que debería relajarme y todo eso, pero no me sale, ni idea de por qué.

Sabine Roux
Ático de Sabine
ft. Roderich



Bueno, no ha sido para tanto. O sea, podría haber sido mucho peor, supongo. Estoy acostumbrada a que a la gente no le gusten, así que me encojo de hombros, y me doy media vuelta, sonriendo, como siempre.

-¿Absenta? Mon dieu, ¡claro que sí! ¡Qué desconsiderado por mi parte no ofrecerte! - Corro a la cocina a por la absenta y toda la parafernalia, y la pongo en una mesita, agachándome para prepararla.- ¿Mucho azucar? ¿Poca o mucha agua, Roderich? - Preparo la mía, no demasiado fuerte, no quiero que se me suba mucho a la cabeza. Le acerco su vaso, y le invito a sentarse en la cama, ya que no hay sofá.

-Eh... es que no tengo sofá, tuve que venderlo para pagar el alquiler hace un par de meses, ¡excusez-moi! - Doy unas palmaditas en el colchon para enfatizar la invitación. Sonrío, espero que no se lo tome como una invitación a algo más. O bueno, si, tampoco me importaría.

-Et Roderich, ahm...- No consigo encontrar un tema de conversación, la verdad, nunca he hablado mucho con este hombre.

Angelique Dubois
22//loca de turno
En: Calles Con: Thomas Kilmartin

Hacía frio, sentía las tenues gotas de lluvia caer sobre la piel desnuda de mis brazos, no me importaba, me encontraba en mi mundo, en mi paraje de fantasia. Una lluvia tropical erreciaba sobre los jardines reales, la reina de corazones no había vuelto de su viaje a tierras lejanas y me había adueñado de su magnífico castillo.
Los peones tenían la noche libre y podía estar a mi antojo por todo el reino, me había escabullido de las garras de los guardias para pasar desapercibida por los portones reales ( la dueña del chiquero en el que estaba ) y salí a la libertad del país de nunca jamas.
Vi al conejo blanco y lo iba a saludar cando, como siempe observó su reloj y comenzó a correr apresurado quien sabe a donde En cuanto vuelva ordenaré sacárselo pensé y me puse a perseguirlo, se metió entre la maleza y lo perdí de vista. Seguí buscándolo pero no lo encontraba hasta que visualice a lo lejos al conocido sombrerero(thomas XD)-Hey sombrerero- le grité al chico y me acerqué corriendo hacia él, con una sonrisa en los labios- ¿ha visto al conejo blanco pasar por aquí?

lo vi levantar una ceja, que divertido que se veía de esa forma. Lo copié, juguetonamente - Me temo que no Alicia, tu conejo no esta por aqui -fruncí el seño ¿ alicia?¿quién había hablado de alicia? Esa chica era totalmente repugnante, no la soportaba. Allá ella sintiéndose importante por haberse tomado un brevaje y viajado a través de nunca jamás- NO soy alicia- le dije con reproche- soy Angelique y veo qeu me confundí, el sombrerero no tiene malhumor, nunca, siempre sale a jugar conmigo- le dije una sonrisa se dibujó en mi rostro, nuestro juego preferido eran las escondidas- quiere jugar? de esa manera se le irá el malhumor- le prometí

Sunny Catt
{con Damien Getz}

Caden Knight
{con Irvine Graham}

Kaitlin Thomas
ft. Daniel Heyworth

Le di una larga calada a la boquilla de mi cigarro y miré las cartas que tenía ante mí: escruté las caras del resto de los jugadores Hodgins apretó sus labios dejando ver simplemente una fina linea recta y Burke se rascó ligeramente la oreja izquierda, sin embargo, ahí estaba Pattinson, que miró sus cartas, alzó la vista y las volvió a mirar. Estaba claro. Pattinson deseaba que algo de lo que había visto hubiera cambiado al volver a bajar la mirada, malas cartas, amiguito. Estás perdido.

La verdad es que cuando salí de casa en dirección a "Le dolour exquisite" no pensaba terminar aquí... pero las prostitutas pueden llegar a ser más pesadas que mi marido, y yo no me metí en el negocio para oir lamentos, más bien para ganar dinero, para divertirme. Y qué demonios, para ganar dinero y divertirme, mejor jugar un rato al póker y dejándome de súplicas del tipo "No me gusta practicar sexo anal con ese hombre del Parlamento".

Cuando reté a Pattinson, no tardé en desvalirle de todo su dinero. Observé lo que había ganado: 75 libras y un reloj de oro, genial, ya tengo el próximo regalo de Navidad de James. Me humedecí los labios con un trago de whiskey: Hodgins y Burke celebraban la jugada, se reian y brindaban "por la dama". En esos momentos apareció un hombre nuevo, creo que le había visto por aquí alguna vez, pero nunca había tenido el placer de hacerle perder hasta el último penique. Hodgins no tardó en saludarle.

-Doctor Heyworth, qué alegría verle, le echábamos de menos. Justamente estábamos en medio de una partida y ahora nos falta uno, y no querríamos tener que interrumpir el juego y decepcionar a una dama...

Nuestras miradas se cruzaron un instante, y me llevé el cigarrillo a la boca. Hombres atractivos, detesto jugar con hombres atractivos. El juego pierde interés conforme corren las copas de whiskey.

-Doctor, le presento a la señora Thomas, quizá conozca a su marido, es casi colega suyo. Farmacéutico, creo.

-No, no creo que tenga el gusto de conocerle, pero ahora la conozco a usted.- Tomó mi mano y la besó suavemente, no era gran sorpresa que no conociese a mi marido, de hecho, James era de esas personas de las que te olvidas a los cuatro minutos de haber hablado con ellas, esas personas que pasan por tu vida sin pena ni gloria, a no ser, claro está, que contraigas matrimonio con esa clase de personas -Daniel Heyworth, encantado.

- Kaitlin Thomas, y hasta que no le gane la partida, no podré decir eso de "encantada" - Dije para regocijo de Burke y Hodgins, le guiñé el ojo a Daniel e hice un gesto para que empezasen a repartir.

-En fin, no se ofenda, señora Thomas, pero nunca había jugado con una mujer, ¿existe alguna... regla especial que debamos respetar?

- Por supuesto - Dije mientras comenzaba a ver las cartas deslizarse por la mesa - Intente jugar lo mejor que pueda, señor Heyworth - Observé a Burke y a Hodgins echarse alguna que otra miradita y miré al señor Heyworth - Disculpe, antes de empezar, sé que es usted médico, señor Heyworth, tengo un leve dolor en el cuello, ¿podría mirar un momento? Solamente para asegurarme de que no es nada - Avancé ligeramente, tocándome con la mano derecha la nuca, y cuando tuve a Heyworth cerca, susurré - Burke y Hodgins llevan compinchados toda la partida, les ha beneficiado que me cargase a Pattinson, Hodgins es bueno pero Burke es un buitre, vayamos a por él, nos retiramos y en cuanto a beneficios vamos a medias, diga que no ha sido capaz de ver nada en mi cuello si está de acuerdo - Gracias a los efectos embriagadores del alcohol, Burke y Hodgins se dedicaban mientras tanto a reir y a mirar los traseros de las señoritas que les servían las copas.

Spoiler:

EDITO - Jo, tenia unas imágenes super ON TOPIC y ahora me doy cuenta de que no se veían, que rabia!