William Wilworth25// Duque de Willworth
En: Mercado Con: Isabelle Lightwood
Día de brujas, la excusa perfecta para escubillirme del castillo sin ser notado, que va, nadie me extrañaría allí, luego me las veríapor haberme retrasado en llegar a la fiesta que iban a impartir o algo así, comenzaba a las 9 pero no pensaba ni por asomo llegar puntual, hayá ellos con la poposidad y los aburridos bailes, yo quería divertirme a lo grande.
La noche estaba encapotada, con una leve lluvia callendo sobre mis hombros, nada que me pudiera impedir escapar. Me había agenciado unas prendas viejas de los sirvientes y guarde mi espada, en caso de necesitarla, entre la capa que me cubría. Pasar a los guardias había sido fácil y ahora me encantraba ante la inmensa variedad de locales de Whitechapel, todo me parecía facinante y complejo, y a la vez pobre pero intrigante. Cada imagen, cada aroma de ese tétrico lugar me apasionaba.
no recordaba como llegar al bar The ten bells, había escuchado que iban a dar una gran fiesta allí y por supuesto que deseaba asistir. Vi a una persona caminando, no podía verla bien por que estaba enfundad en una capa, al igual que yo, me acerqué y pude distinguir que era una bella joven. SOnreí, complacido por el hallazgo:
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Disculpe bella dama- me presenté haciendo una leve reverencia, hacía tiempo que no hacía una, ahora la gente las hacía para mí-Buenas noches caballero- me respondió e hice un leve acentimiento con la cabeza-
espero no importunarla- proseguí en mi farza de brillante caballerosidad- O no, por supuesto que todo lo contrario- ya que estábamos podría llevarmela a la cama, se la veía perfecta y por como iban las cosas no iba tardar demasiado-
pero Sabría usted donde puedo encontrar el bar " the ten bells"?- le pregunté con cortesía y le sonreí
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Si por supuesto, ademas me dirijo alli.. ¿seria tan amable de acompañarme? ya que vamos al mismo sitio - me dijo y mi sonrisa se amplió, había caido totalmente en mi trampa-
sería un honor- le dije y le tendí mi brazo el cual ella aceptó al instante-
ah, por cierto, mi nombre es Harry Alderley, a su servicio- me presenté, mi sirviente se llamaba Harry, lo de Alderley... no tenía idéa de donde lo había sacado-
y quien es la exquisita doncella de cuya compañía gozo?- le pregunté con galanura
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Kahlan Amnell, un placer señor Alderley -se presentó y me pregunté de donde demonio era para tener tal nombre ¿árabe tal vez? bueno, no era cuestión de ponerse exquisitos con el nombre que, contando con ese cuerpo era lo que menos me importaba-
el placer es mío- le respondí-
por cierto, hermoso nombre señorita Amnell ¿ puedo tomarme el atrevimiento de preguntarle de donde proviene su nombre?-siempre un caballero, adulandolas y luego... ah vería de escaparme cuando ella estuviera durmiendo, después de todo no era más que una simple pueblerina y yo de la´nobleza, esto quedaría totalmente en secreto-
¡Va usted a la fiesta o simplemente a tomarse algo?- me preguntó y sonreí -
pues ambas si no le molesta... ¿ podría invitarle a un trago? Sería una excelente compañía para un hombre solitario como yo- solitario las pel... pero bueno, había que fingir, y mucho, no esperaba encontrarme a nadie conocido en el Ten bells asi que estaría tranquilo
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Disculpeme mi atrevimiento, pero usted no parece la clase de hombre que es un lobo solitario si no mas bien todo lo contario -me dijo y volteé a mirarla, enarcando una ceja-
¿a si? ¿ y como ha deducido que no soy así? ¿no nos habíamos visto antes cierto?- le pregunté no fuera cosa que ya había estado con ella y yo muy tonto ni me acordaba... mmm... no lo creía, a menos que fuera una prostituta ya se hubiera enojado conmigo por haberlo olvidado ¿o no? No, no podría olvidar esa cara, nunca y estaba seguro de no haberla visto antes
No por supuesto que no, disculpe si le echo pensar mal siemplemente lo e dicho por que usted es un hombre muy atractivo, y de primeras encantador. Los hombre s a si suelemn tener mujeres a raudarles detras suyas e incluso ya estan casados -me había parecido divertida su respuesta, incluso aduladora pero la última palabra hioz que se borrara la sonrisa de mis labios. Casamiento... mis padres había arreglado mi boda con una... no se ni que era una chiquilla rica, inocente y puritana seguramente. Una tal Isabelle Lightwood, hasta en el nombre se adivinaba que era tonta e incrédula. puff... para que casarse y estar obligado a UNA SOLA MUJER cuando puedo tener cuantas quiera? seamos sinceros yo? casado? con una sola mujer? no, si mis padres estaban chiflados, todo era por dinerop en este mundo. Me recompuse como pude y le sonreí-
a si? te parezco atractivo y encantador?- me reí con suavidad-
pues no, aún no he encontrado una damisela para contraer matrimonio-
y por mi ni lo haría pensé mientras lo decía-
y usted?-
casada ¿yo? Ni por todo el oro del mundo -me dijo y asentí, pensaba exactamente lo mismo.... bueno... quizás si hubiera el aliciente suficiente... después de todo el dinero no compra la felicidad pero podía comprar a todas las mujeres que quisiera, que la mia se aguante -
No soy la tipica mujer que quiere casarse y formar uan familia y tener crio - aleluya! había encontrado una mujer como la gente! una que pensaba con la cabeza,ah... no podía creer que tuviera tanta suerte, me regocijé en mi interior.
Finalmente llegamos al bar y nos sentamos en una mesa apartada, pedí una cerveza y la dejé pedir, una vez que el mozo se fue seguí con las preguntas, juntando las manos le pregunté-
entonces... ¿tienes algún problema con las relaciones de una sola noche?- le pregunté tratando de ser lo más cauteloso posible, o se me daba completamente bien y era libertina o pensaba seguir virgen hasta el fin de los dias. Rogué a Dios que no fuera lo segundo
Para mi sorpresa... y placer, chocó su vaso con el mio y pronunció las palabras mágicas-
Son las mas excitantes-así que eso era lo que pensaba? pues a mi lado de seguro que lo eran. Sonreí de lado, con una mezcla de alegría y picardía-
mmm... pues yo pienso lo mismo- tomé un trago de la cerveza, el frio tacto de la bebida emfrió el calor que empezaba a sentir ¿ cuanto podría tardar en alquilar una habitación y tenerla entre mis brazos? y para mejor... no tendría que pagar por ella, la ecuación era perfecta, todo se estaba dando a pedir de boca-
y... que opinas...- le dije lentamente, haciendo pausas dramáticas para aumentar el impacto-
de tener una?- le soleté y proseguí-
esta noche?- que va, ya hasta los pantalones me molestaban si al tenía al lado