ft. Tony
Afueras Ten Bells
Tony es comprensivo, y eso solo me hace sentirme peor. Le estoy engañando y encima él me consuela, aunqueu por un momento pienso que no está tan alejado de la realidad: al fin y al cabo, me he "escapado" de mi casa para estar aquí, y eso en cierto modo me consuela aunque sepa que no es del todo verdad. Ojalá pudiera decirle la verdad, pero no puedo.
- ¿Ah, no? - vaya, él también me había mentido. En otra situación me hubiera enfadado, aunque bueno, creo que ahora mismo no soy quien para juzgar a nadie - A mis padres tampoco les gustaría verme aquí, seguro que si supieran que he venido al Ten Bells...bueno, si supieran que he venido a , creo que no les gustaría nada - creo que estoy hablando más de la cuenta pero que más da, al fin y al cabo, Tony parece un chico en quien poder confiar - Ellos creen que aún sigo en el convento y todo eso, si se enterasen de la verdad, no se lo creerían... - creo que se me ha subido demasiado lo que sea que fuera aquello a la cabeza.
- ¿En serio da igual? - creo que lo de prostituta lo decía de manera un poco hipotética, pero la mentira está empezando a pesarme mucho y además ahora no sé por qué se me ha soltado la lengua y tengo unas ganas enormes de hablar - Tony, te he mentido, mucho, como nunca en mi vida. Lo siento, yo no suelo mentir, soy una buena chica, te lo prometo, pero no quería que pensaras mal de mí ni que pensaras que soy como las demás y-y no sé - trato de controlarme, pero oh Dios, tengo muchísimas ganas de llorar.
- Tony yo... en realidad, y esta vez no te miento, te lo prometo. No me he escapado de casa, bueno sí, pero no es lo que crees...- tomo aire, allá vamos - En realidad sí que soy prostituta, lo siento, Tony...yo no quería que contigo fuera como con los demás - no quiero llorar, oh Dios, pero es imposible, seguro que ahora me odiará, o pensará que todo esto era teatro para sacarle el dinero. Me levanto del banco, la calle da vueltas, pero trato de mantener la dignidad.
- Lo siento mucho Tony, no debería haberte mentido pero...lo siento - no sé ni como excusarme. Él parece sorprendido, y no me extraña nada - Te prometo que todo esto no era teatro tú...me gustas de verdad, pero ya sé que solo soy una puta y no puedo estar con un chico como tú, por eso te mentí porque...no sé, pensé que al menos por una noche podía ser una chica normal. Lo siento - esto es patético, es muy patético, pero he bebido, y me da igual todo.